Aunque la mayor parte de los juegos que se van a exponer pueden ser representativos de cualquier población de este País, estos son los que se practicaban en Retuerta del Bullaque. Doy las gracias a todos aquellos que han dado su opinión y han colaborado en esta página.
EL CINTO ESCONDIDO: Se juega en la calle y cuanto más participen mejor. Se sortea entre todos los participantes a quién le toca esconder el cinturón. Este busca un escondite en la calle y lo esconde mientras los otros tienen los ojos tapados. Comenzado el juego, éste irá indicando a los jugadores : Frío, frío, caliente, caliente, ...¿qué te quemas!. El juego consiste en encontrar el cinturón e ir detrás de los participantes intentando alcanzarlos y zurrarlos con él. El jugador o jugadora que lo encontró esconderá de nuevo el cinturón y el juego vuelve a empezar. (Enviado por ANA)
CHURRO, MEDIA MANGA, MANGA ENTERA O “EL BURRO“: Normalmente lo jugaban los chicos. Un grupo de chicos se colocan apoyados en una pared y en fila, otro grupo metía la cabeza entre las piernas del delantero que es el que hace de madre, otro grupo salta encima de ellos intentando no caerse. El que hace de madre canta: “Churro media manga mangotero ¿ Que es primero? Haciendo los gestos oportunos. El que estaba debajo (Haciendo de burro) tiene que acertar lo que dice la madre. (Enviado por ANA)
LA CALANCHA: Se trata de pasar a pata coja una piedra lisa de un cuadro a otro en un dibujo con casillas echo en el suelo. A estos dibujos se los llamaba la mona o el truque. (Enviado por ANA)
LA MAYA: es igual al juego del escondite. (Enviado por ANA)
EL CIRIO: Se necesitaba un trozo de palo de unos 14 a 20cm. Al que se le sacaba punta como a un lápiz pero en los dos lados (este era el CIRIO) y una tabla con una forma como una raqueta de tenis o una vara de unos 70 cm.. El juego consistía en poner el cirio en el suelo y con la especie de raqueta o la vara se le daba en una punta para que saltara y cuando saltaba y estaba en el aire se le daba un golpe y se le mandaba lo mas lejos posible, desde este punto donde había llegado el CIRIO, se hacía una segunda vez para que fuera aún más lejos y desde este lugar una tercera vez, y entonces donde caía, era el sitio definitivo, donde se hacía una señal en el suelo para saber donde había llegado. Se volvía al sitio del principio, para que empezara un segundo jugador. El ganador era el que mandaba el cirio mas lejos. Es importante en este juego, realizarlo en campo abierto, puesto que es muy imprecisa la dirección que puede tomar EL CIRIO al ser lanzado.
LAS TABAS: La taba propiamente dicha es un hueso que se encuentra al terminar la pata trasera de las ovejas, corderos y carneros. Tiene cuatro caras que se denominan de varias formas. Lo más generalizado es llamar "caras" a la parte cóncava; "pencas", a la zona convexa; "culo" a la lisa y "carnes" donde el hueso toma la forma de la letra S. hay infinidad de variantes del juego de la taba (con uno o más huesos) pero sin duda la forma menos complicada de jugar es aquella en que las niñas, sentadas en círculo o en corro, tiran la taba al aire. Se gana si al caer la taba queda hacia arriba el lado que llaman "carne"; se pierde si el "culo" queda hacia abajo y no hay juego si sale "pencas". Otra forma de jugar consiste en arrojar al aire cinco tabas, al tiempo que se vuelve la mano con rapidez, tratando de recoger alguna con el dorso. Si cae más de una encima de la mano, las demás niñas van retirando las tabas hasta dejar sólo la que guarda peor el equilibrio; en esta postura se ha de intentar recoger las tabas que están por el suelo sin que se caiga la que permanece encima de la mano.
LOS ALFILERES: Son varias las versiones encontradas en las que se utilizan alfileres como objeto de juego, típicamente femenino. En una primera variante, cada jugador esconde un alfiler en un montón de tierra. Se va tirando con una piedra al montón, alternativamente. Si al tirar la piedra descubre el alfiler, la jugadora se lo lleva. Cuando todos los alfileres han sido descubiertos se pasa a la siguiente ronda. En una segunda, intervienen dos niñas, situadas una frente a la otra; con los dedos se golpea un alfiler que reposa en el suelo, tratando de montarlo sobre el alfiler de la otra compañera, ya que cuando monte haciendo una cruz se lo llevar.
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